__ Muestra. - Leonardo se cansó de ver a Sara luchando inútilmente por quitarse el jabón de sus ojos, así que puso una toalla alrededor de su cuerpo, porque suficiente desconcentración tenía como para que siguiera desnuda y tener la voluntad para dejarla ir.
No sabía de donde sacó paciencia para ella, pero le apartó las manos, la puso contra la pared e hizo que el agua cayera sobre su cabeza para ayudarla. Ella se quejó, con la mano de Leonardo deteniendo su cabeza hasta que la espuma provocada por sus puños desapareció.
__ Listo. - se alejó luego de largos segundos. - ¿Mejor?
__ Creo que sí. - aún tenía el ardor, pero era más soportable. - Gracias.
__ ¿Puedes ver bien? - volvió a preguntar Leonardo.
__ Ahora sí. - dijo una avergonzada Sara.
__ Que bueno. Ahora mira bien a qué baño entras y deja de confundir mi habitación con la tuya. - reprendió con enojo. - Aquí nadie más que yo pueda entrar.
__ Mi baño no servía. La están reparando y quería ducharme creí que no te molestaría...
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