Extra 4. Lia & Kael.

Pov Kael:

Hay días en los que me miro al espejo y no reconozco al tipo que me devuelve la mirada. No porque haya cambiado físicamente—eso pasa, y uno se acostumbra—sino porque me cuesta entender en qué momento me convertí en esto. En alguien tan jodidamente serio, tan contenido, tan… distante. Supongo que fue poco a poco. La guerra, el entrenamiento, el deber. Pero si soy sincero, la raíz de todo va más atrás. Antes de que yo siquiera respirara por primera vez.

Mi madre estaba embarazada cuando mi padre murió. Ni siquiera llegué a conocerlo.

Casi siempre me pregunto si eso es una bendición o una tragedia.

Crecí con una figura ausente, pero presente. Todos hablaban de él. Del gran Beta. El segundo del Alfa Supremo. De la mano derecha del Rey de todos los lobos, un hombre fuerte, leal, implacable. Para muchos, un héroe de guerra. Para otros… un maldito bastardo que maltrataba a su compañera y que murió por intentar matar a la compañera del Rey.

Mi madre nunca