Capitulo 02

El teléfono comenzo a sonar, al tomarlo pude escuchar la voz de la doctora que estaba encargada del tratamiento de mi madre.

-Disculpe la hora a la que la estoy llamando Señorita Riley, la llamaba para hablar sobre su madre-

Mi corazón se acelero al escucharla decir eso.

-¡¿Le ocurrió algo?! ¡No es posible, cuando la deje en el hospital estaba perfecta!

-Mantenga la calma por favor, no la llamo con malas noticias, todo lo contrario. Quería informarle que su madre esta respondiendo de buena manera a los medicamentos que compro

-Gracias al cielo, no sabe lo mucho que me alegra escuchar eso doctora

-Con lo que trajo tendrá suficiente por los próximos 7 días, pero como sabe el tratamiento debe de durar mucho más tiempo

Era algo que sabia que pasaría, los medicamentos de mi madre eran muy costosos, pero esperaba que los que compre fueran suficientes, al parecer no es el caso.

Esta decidido, necesito el dinero de ese hombre.

-No se preocupe doctora, le hare llegar los medicamentos antes de el ultimo día, solo necesito esperar el dinero que me llegara pronto.

No hubo mucho mas que decir, finalicé la llamada y corrí a la computadora para investigar sobre el futuro padre del hijo que voy a tener.

“Anthony Pusette”

Los resultados o tardaron en aparecer en la pantalla, al parecer su familia controlaba muchas empresas centradas en tecnología, también eran dueños de algunas empresas menores de alimentos, tenían un gran conjunto de casas dentro y fuera del país. Una familia rica al pie de la letra.

Anote la dirección de la empresa, con la información en mis manos solo tenía que ir hasta allá para hablarle y decirle mi decisión.

Al día siguiente Sali de mi casa a primera hora colocándome lo primero que saque de mi armario, n o me dio tiempo de desayunar ya que no podía perder el bus que iba al centro.

El viaje fue movido por la gran cantidad de personas que iban al centro esa mañana, pero pude llegar aquella empresa sin ningún percance.

- Buenas estoy buscando al señor Pusette ¿a que piso debo de dirigirme?

La recepcionista me vio con una cara de rechazo lo cual no entendí al instante, cuando vi a mi alrededor pude entenderla. Las mujeres que pasaban por el lugar estaban muy arregladas con enormes carteras, ropa con estampados y muchas joyas.

-Necesita cita previa para ver al señor Pusette… señora- los ojos de aquella mujer me vieron de arriba abajo haciendo un gesto de desaprobación y desprecio.

-¡Entiendo que no esté como las demás mujeres de este lugar, pero eso no le da derecho de verme de esa forma!- Mi tono se alzo un poco llamado la atención de algunas personas cosa que me tenía sin importancia.

-Estamos en una institución privada, tenemos código de vestimenta así que si me disculpa estoy en mi derecho de rechazar su petición

La mujer se dio la vuelta ignorándome por completo lo cual me hizo salir de mis casillas.

-¡NECESITO VER AL SEÑOR PUSETTE!- con la palma de mi golpee la superficie de la recepción a lo que la mujer se giro de nuevo.

-Ya veo… esa es la actitud que va a tomar, le informo que tenemos 0 tolerancias para este

comportamiento. ¡Seguridad!- alzo la mano haciendo un movimiento.

Los de seguridad no tardaron en llegar, los 2 hombres me tomaron por ambos brazos y me

comenzaron a llevar fuera de aquel edificio.

-¡SUELTENME, SU JEFE ME ESTA ESPERANDO!

Por mas que intenté soltarme no tuve éxito.

-¡¿Qué esta pasando?! ¡Suéltenla ahora mismo! Esa no es forma de tratar a una dama

Una voz firme resonó a lo lejos, los hombres la obedecieron y me soltaron haciendo que casi cayera al suelo, pero me pude mantener de pie. Al ver de quien se trataba era Anthony Pusette, este se encontraba hablando con la mujer que me había tratado de una manera tan grosera parecia estar reprendiéndola, cuando termino con ella se acercó a mi.

Coloco su mano extendida detrás de mi y suavemente empujo para que comenzara a caminar.

No dije nada hasta que llegamos a uno de los elevadores, nos subimos y el hizo que las puertas se cerraran comenzando este a elevarse.

-Gracias por la ayuda, no quería causar un escándalo- le explique.

-¿Qué te trae por aquí? ¿Ya tomaste una decisión sobre mi propuesta?

-Si, he decidido aceptar lo que me propones. No es algo que yo desee, pero necesito el dinero y tu quieres a este bebe así que podemos llegar a un acuerdo

En su rostro se dibujo una sonrisa, la cual me pareció algo dulce y seductora, era un lindo contraste a comparación de aquella mujer tan grosera que trabajaba para él.

¿Qué me pasa?

No debo de estar fijándome en estas cosas.

¡Enfócate!

No dijo nada más, el elevador llego a nuestro destino y fuimos directamente a su oficina, muchos de los trabajadores me veían al igual que la recepcionista, pero no por mucho tiempo, era como si les diera miedo mantener la mirada fija en mí.

-¿deseas un poco de agua?- me pregunto entrando a su oficina y cerrando su puerta.

Acepte la petición a lo que el me dio un poco en un vaso de cristal, se alejó de mi quitándose el saco y preguntándome mi nombre, tomo el teléfono pidiendo que alguien subiera. Éramos unos completos desconocidos que iban a tener un bebe, le dije mi nombre mientras dejaba el vaso vacío sobre el escritorio.

-De acuerdo Riley, quiero que sepas que no tendrás que ocuparte de nada de mi hijo, yo pagare tus alimentos, iras a los mejores hospitales para los controles y cuidados, a cambio te pagare el dinero que necesites.

-Me parece justo, necesito dinero para los medicamentos de mi madre.

-¿Solo para eso? ¡Piensa en grande! Te daré suficiente para que puedas tener un negocio, un auto, una casa propia

Las cosas que me decía no me habían pasado por la mente, me sentí un poco torpe por eso.

-Suena muy bien- tome asiento fantaseando un poco.

-Solo tengo una condición, tienes que irte a vivir conmigo durante todo el embarazo, así podre cuidar de mi hijo y vivir toda la experiencia de verlo formarse.

-¿Cómo dices? ¡No puedo hacer algo como eso! Tengo que estar al pendiente de mi madre.

-La cambiare de hospital, al hospital que la transferiremos la cuidaran a las mil maravillas, no le hará falta nada.

Todo lo que me decía parecia muy bueno para ser verdad.

¿Realmente puedo hacer esto?

¿Vivire todo el embarazo con este hombre y luego solo abandonare a mi bebe?

No pude pensar mucho mas ya que la puerta de la oficina se abrió dejando entrar a un hombre con un sobre en la mano.

-Por favor abogado, dele el contrato a la señorita

El hombre obedeció y se acerco dándome una hoja la cual leí por encima dándome cuenta que era un contrato con las especificaciones que me acaba de comentar, pude leer entre todas las líneas algo que me hizo pensar.

“Renunciar a la maternidad una vez de a luz”

Leí 2 veces el contrato detalladamente para poder saber en lo que me estaba metiendo, no tenía ningún problema con nada de lo que decía salvo por esa única parte.

-¿y bien? Firma Riley

-N… no estoy muy segura de esto, no puedo renunciar a la maternidad, así como si nada

-Tienes que hacerlo, no pienso criar a mi bebe junto a una desconocida, solo firma y tendrás todo lo que te prometí

-Necesito tiempo para pensar, déjame leerlo de nuevo

-Ya lo has leído suficiente, ¡solo firma!- parecia estar comenzando a irritarse.

-¡No lo voy a firmar! Ni siquiera estoy segura de tener al feto dentro de mí, debería de ir a consulta para confirmarlo

Se levanto de la silla rápidamente y se apoyó del escritorio.

-¡No es ningún feto! Estas hablando de mi hijo, el futuro heredero de todo e imperio de la familia Pusette, no te refieras de nuevo a el de esa forma

Si parecia estar molesto por lo que había dicho pero eso no me detuvo de continuar insistiéndole en que no iba a firmar el contrato. Pasaron varios minutos en los que el ya parecia estar irritado.

-Solo dame tiempo para pensarlo, es lo único que quiero

-¡De acuerdo! Haremos lo que tú quieres. Sr. Charles, por favor retire la parte de renunciar a la maternidad, mantenga los meses que tiene que vivir conmigo y los beneficios

El abogado asintió a todo lo que el le estaba diciendo, una vez termino de explicarle todo este tomo el contrato que me había dado y salió de la oficina, mientras yo me sentía muy aliviada.

-Muchas gracias Anthony, es un gran detalle

-A mitad de todo el embarazo vas a tener que firmar otro contrato, tenlo en consideración-

Era comprensible, el tenia que velar por su interés. Me levanté de la silla con la intención de irme pero no pude hacer nada ya que él se acercó a mi y coloco su mano sobre mi barriga. Me sentía realmente incomoda, pero tolerable, hasta que se agacho y apoyo su frente en mi abdomen.

-Pronto vamos a estar juntos mi pequeño- dijo muy suavemente y acariciando un poco con sus pulgares.

¿Qué le pasa a este hombre?

¿Esta loco?

Aun ni siquiera sabemos si hay un bebe ahí. Desvié mi mirada para ver a otro lado y evitar ver esa escena tan rara.

Luego de ese momento tan incomodo me fui del lugar, quedamos en vernos luego para firmar el contrato, quería visitar a mi madre asi que ya no podía estar perdiendo mas tiempo en ese lugar.

-¿Qué estas haciendo en la oficina de mi novio?

No había comenzado a caminar lejos del lugar y ahora veía a Amy delante de mi con una cara de molestia.

-Tranquila, solo vine a hablar con el sobre lo que había pasado, no pasa nada más-

Por un momento me había olvidado de su novia, no sé cómo terminaron las cosas entre ellos, pero parecia muy alterada aquel día aunque el pareció no darle mucha importancia.

-Lo entiendo cariño no pasa nada- me sonrio dulcemente.

-Bueno… en ese caso me voy- le dije confundida ya que algo no me aprecia estar bien con ella.

Se me acerco lentamente al oído.

-Mas te vale abortar a ese bastardo que llevas dentro, es por tu bien.

¿Acaso esta rubia acaba de amenazarme?

Me aleje de ella viéndola con una cara de sorpresa y confusión por lo que había escuchado. Parece ser una mujer rica igual que el, no me conviene que esta mujer este detrás de mi y con esa reacción que tuvo en el hospital solo mostraba lo mal que estaba.

Belleza, Dinero y locura en una sola persona, será mejor que no me meta con ella.

-Escucha… si tienes algún problema será mejor que lo hables con tu novio y me dejes fuera de todo esto.

Una sonrisa se formó en su rostro mientras sus ojos azules como el océano brillaban.

-Estas advertida cariño, o te apartas de mi camino o yo misma te hare a un lado.

Luego de decir eso me deseo un feliz día como si no me acabara de amenazar y entro a la oficina.

Me quede inmóvil por unos segundos intentando procesar todo lo que acababa de pasar con esa mujer.

¡Esta loca!

Sacudí mi cabeza y continue mi camino sintiéndome un poco insegura, pero era algo que tendría que hablar con Anthony yo no podía hacer nada al respecto. Llegue al elevador y presione el boton, mientras esperaba a que este llegara comencé a ver a mi alrededor.

Este lugar es imponente, todos aquí se ven muy ocupados, la decoración es exquisita y todo parece ser muy lujoso, tal vez incluso hayan cosas que valgan mas que los medicamentos que necesita mi madre.

No puedo creer que mi hijo un día va a ser dueño de todo esto…

¡No!

¡Este feto no es mi hijo!

Aprete mi estomago un poco, el elevador llego y me subí en el ya para salir de ese lugar sin mucha más demora

Durante todo el camino al hospital no podía sacar de mi mente el contrato, iba a vivir 9 meses con ese hombre.

¿Cómo se lo va a tomar Amy?

Cuando llegue a la puerta de la habitación de mi madre deje atrás esa pregunta y esos pensamientos.

-Riley espera, quiero decirte que todos aquí estamos muy felices por la recuperación de tu madre.

La doctora me tomo de la mano muy contenta, mi madre y ella había sido amigas por muchos años y a pesar de que me había intentado ayudar con ella los medicamentos eran muy necesarios para su mejoría.

-Créame que nadie esta mas feliz que yo, estaba comenzar do a preocuparme ya que no veía ninguna mejora en ella.

-Con esto ella se recuperará, la podrás llevar a casa de nuevo- la doctora parecia emocionada al darme esa noticia.

Era un sueno que esperaba cumplir, quería que mi madre volviera a su casa y dejara atrás los hospitales los cuales manejaban una atmosfera pesada. Entre a la habitación viendo a mi madre sentada leyendo un libro.

Mi corazón dio un brinco de felicidad al verla tan activa y lucida, verla leer un libro puede que fuera algo común pero para mi era una señal de que se iba a recuperar.

-Cariño, pensé no vendrías el día de hoy- cerro el libro y se quitó los lentes dejándolos a un lado.

-Madre jamás podría dejarte aquí un día sin que me vieras, no te abandonare en un lugar como este.

Me acerqué y le di un abrazo con un beso en la mejilla.

-Se que no te gusta que te pregunte pero ¿Cómo conseguiste el dinero para el medicamente que me recetaron? Se que no es barato por mi amiga.

-No te preocupes por eso madre, a partir de ahora todo ira a mejor.

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