Ambos nos regresamos a casa en su camioneta, en el camino no dije nada, no me sentía bien para hacerlo, no sabía que decirle.
Al llegar ambos nos bajamos y me adentré lo más rápido que pude a la casa, casi corrí hasta la habitación en la que me estaba quedándo.
No podía quedarme aquí para siempre o si? No obvio que no.
Busqué mi teléfono para llamar a Su pero había un mensaje de Sol.
No te preocupes, supongo que algo sucedió ¿Quieres que vayamos a cenar y así hablamos?
-Sol
No sé qué tan beneficioso sería hablar con sol o si podia decirle algo, la puerta de mi recámara sonó, sabía que era el, claro que lo sabia pero no me sentía preparada para hablar con él.
— adelante— dije luego de respirar tratando de tomar valor.
Maximiliano entraba a la habitación aún llevando aquella ropa casual.
Me preguntó qué hacía él me metí al club?
Había ido por mi?
— podemos hablar? — pregunto.
Cuando terminó de adentrarse a mi habitación puede notar que en su mano había una bolsa de regalo bastante grand