La ira era evidente en el anciano Augustus. Lo que había escuchado, lo había sorprendido, enojado y decepcionado tanto, que no sabía que sentimiento prevalecía ante la estúpida idea del nieto que llevaba su nombre.
— Esto es inaudito. Mi suerte no puede ser peor — susurra el hombre alejándose de su nieto, para recuperar el equilibrio y fuerza al agarrarse de un mueble cerca de él.
— Abuelo… por favor, escúchame — pide Augustus Javier y su abuelo levanta la mano para que guarde silencio.
— Esto es increíble — dice el anciano sonriendo — mi única familia, me apuñala por todas partes.
— No es así, abuelo.
— Entonces, ¿qué es? Alessandro está matando a mi gente, Bill se humilla ante mí fingiendo que es dócil, cuando sólo está detrás de la ubicación de esa bastarda y tú, Augustus. Tú, mi querido Augustus, quieres traicionarme por una aparecida. — dice el hombre, para después reírse como loco.
>> No lo puedo creer. Definitivamente, no puedo creer que mi propia familia me traicione y quiera j