Horas después
La angustia invadía a la familia Delacroix que esperaba en la habitación donde Asher dormía después de comer algo más que frutas. Durante la esperaba, Alessandro le cuenta todo lo que había pasado y Gabriela, limpia sus mejillas, después de dejar de llorar.
— Ya no volveré a confiar en esos malditos reportes climáticos. — se queja Gabriela.
— Lo importante es que estamos bien, madre. Pudo haber sido peor.
— No lo digas o podría darme un infarto — dice Gabriela angustiada.
— Estaremos bien. Ya todo pasó — murmura Lucía acariciando la cabeza de Asher.
Alguien toca a la puerta y ellos permiten el acceso, mostrando al abrirse, a la mujer que saluda, sentada en una silla de ruedas.
— Hola, chicos. — saluda Kim
— ¡Kim! — grita Lucía y Gabriela corriendo hacia ella, mientras Asher se despierta asustado por el grito.
— Estoy bien, no necesitan gritar.
Gabriela y Lucía la revisan mientras lloran. Asher, quien se limpia sus ojos, dirige su atención hacia la fuente del ruido y e