Narra Kim
Sonrió victoriosa por su respuesta. Es evidente que pensó lo mismo que yo y eso, me hace sentir menos avergonzada de ser un poco posesiva. Complacida por su respuesta, espero que los hombres lo ayuden a entrar al ascensor.
Después de digitar el código de acceso a nuestro pent-house, nos ubicamos después de varios días entre el hospital y casa.
Suspiro profundo, ver a mi familia completa, es una alegría indescriptible que me hace sentir plena. Satisfecha, caminó hacia la sala donde dejo a Asher en su piso didáctico y con cuidado, ayudo a Alessandro a sentarse.
Es allí cuando la calma me invade y sonriendo, los dos vemos a Asher que juega con sus juguetes como si fuera la primera vez que los viéramos jugando.
— Esto si es vida. — murmura Alessandro.
— Tienes razón. Estar así, es increíble — susurro.
El silencio cómodo en el que estábamos, es interrumpido por la llegada de Gabriela y Lucía, quienes desaparecen de inmediato, causando que nosotros sigamos viendo lo más hermoso