Narra Kim
Gabriela tenía razón. No era posible huir siempre. Pero, enfrentarse a uno mismo, a los miedos que uno ha creado y todas las barreras construidas, es difícil. Tanto, que saber que lo amo, no me da la fuerza que necesito para enfrentar mis miedos.
— Yo…
— Sé que se aman, Kim. Pero, además de eso, necesitan ser valientes. Cada día, a Alessandro se le van a complicar más las cosas y necesitará una compañera en su vida. Una que haga el papel de esposa, siéndola. Así que, no dejes ir tu oportunidad de ser feliz.
— Hay muchas cosas que arreglar. Muchos miedo y heridas que sanar.
— Eso no va a pasar ahora, Kim. Pasaste por mucho que necesitarás de mucho tiempo y amor, para eso. Todos lo necesitamos, pero, escondiéndonos no será posible.
— ¿Qué me aconseja hacer ahora para dar el primer paso?
— Tú lo sabes. Sólo tú sabrás cómo y qué tanto debes hacer para empezar.
Una idea cruzó por mi mente. Por lo que, sonrió al tener todo para hacerlo posible.
— Necesito su ayuda, Gabriela. Qui