Dereck volvió unos minutos más tarde, abatido. Todos sus intentos por comunicarse con Irvin, Danny y Paola habían sido en vano. Sus líneas simplemente no daban tono.
De pronto, vio sangre brotando en la entrada de la casa.
—¡Abuela! —gritó desesperado, empujando la puerta para abrirla.
La escena que