—Pero no te amo. Que me gustes naturalmente no significa que me haya enamorado de ti. Esto está mal. Traer a alguien a otro país sin su consentimiento está mal—, reprendió Paola.
—Por eso estoy de rodillas, por favor, perdóname. Aprecia mi amor y estoy seguro de que terminarás enamorándote de mí—, d