Capítulo treinta y uno.
—Sabía que no ibas a faltar a una cita como está, no eres capaz de correr riesgos.— Jude formo una sonrisa de labios cerrados.
—Sabes demasiado y lo mejor es que dialoguemos acerca de eso.— Ray Hammett tomo el asiento que había al otro lado de la mesa, —¿En qué necesitas ayuda?
—Ya sabes para qué necesito de tu ayuda.— Jude coloco las manos sobre la mesa y finalmente susurro: —Quiero que me saques de aquí.
—¿Cómo pretendes que te saque de aquí?— Ray hablo entre dientes.
—Tú busca la manera de sacarme de aquí o si no todos se van a enterar de...
—Espera. No hables. Por favor, no quiero perder mi reputación.
Jude asintió con una sonrisa victoriosa al notar el desespero por parte de Ray Hammett. Él por su parte se quedó unos segundos en silencio, tratando de construir en su mente una idea que pueda servir para sacarla a ella de la cárcel.
—Se me acaba de ocurrir una idea.— Susurro él.
—Soy todo oídos.— Ella sonríe.
—La única manera de liberarte es cuando te trasladen a los tribunales para