Lo jura, Kilian la iba a volver loca con sus cambios tan drásticos que estaba teniendo recientemente. No debía tomarle importancia a su bipolaridad, pero la envolvía en sus problemas que Rachel terminaba cayendo y estresándose por todo lo que estaba pasando.

Debe respirar profundamente, continuar con su desayuno aprovechando que se ha retirado. Se repite mentalmente que debe pensar en su bebé antes de seguirle la discusión a Kilian, sino podría enfermar gravemente. En lo que restaba de la mañana para sorpresa de Rachel, Kilian jamás salió, según lo que ella tenía previsto es que se iría a la empresa. Así ella y Kevin tendrían la privacidad necesaria para poder hablar el caso de Samuel con más calma.

Incluso cuando Kevin llegó a la hora del almuerzo, los tres estaban sentados en la mesa y no era lo usual. Esta vez Kevin y Kilian no sostenían ninguna conversación, el ambiente era tenso y extraño para Rachel. Hasta podía asegurar que Kevin se veía incómodo ante la fija mirada de su amigo