Capítulo 135.
—Tiene que vivir.
—No aseguramos…
El crujido de la tela fue lo único que se escuchó antes del caos que dejó caer una bandeja con utensilios médicos al suelo
Anthony agarró al cirujano por el cuello de la camisa y lo arrastró hacia Harper con un brusco movimiento, deteniéndolo a centímetros del metal que sobresalía de su abdomen. La sangre se acumulaba debajo de la camilla, sangre que dejaba claro que no quería volver a ver.
—Ella va a vivir.
Su voz era baja, controlada. Letal. Sin lugar a réplicas.
—Porque si otra cosa sucede en el quirófano, eso mismo —señaló la punta del hierro con la barbilla— va a cortar sus manos. ¿Comprende, doctor?
El médico tragó saliva con dificultad. La punta de la barra metálica se reflejaba en sus pupilas dilatadas, mientras la palidez lo cubría.
—Mueva la cabeza si entiende.
Con lentitud, el doctor asintió sin mover más que la cabeza.
—Bien— Anthony aflojó el agarre, dándole una leve mirada a Asher para marcharse—. Respire, controle