Me quedo dormida, es tanto el agotamiento que siento por todos esos recuerdos, que me importa poco si se matan o no. Solo quiero descansar y comprender un poco la loca mente en la que me encuentro.

Sin embargo, los gritos de una son los que me hacen despertarme confundida y mirar hacia mi alrededor implorando que no se hayan matado entre ellos. Porque es eso lo que menos necesito de esos locos.

— ¡No voy a dejar que la vuelvas a exponer así! ¡Es demasiado para ella y lo sabes!

— Deja de gritar, no estas en una guerra sin sentido donde solo gritando es que te haces escuchar. No seas tonta. — dice alguien que al parecer no se controla gritando y por eso, tira las cosas.

‘¿Qué calvario estoy pagando con estos malditos lobos?’ me pregunto mentalmente.

— ¡¿Pueden calmarse?! — grita Edward y yo intento levantarme, pero, las maquinas conectadas a mi cuerpo, me impiden lograr mi