El solo escuchar mi nombre al lado de ese asqueroso apellido, me causa mucho desagrado, por lo que, niego de inmediato, pero, no lo contradigo, solo me concentro en ver el mapa que hay en el teléfono para poder escapar de aquí.
No hay otra salida, porque correr no me ayudará aunque él se encuentre herido y quedarme aquí tampoco será algo que pueda mantenerme a salvo durante mucho tiempo. En pocas palabras, estoy perdida, solo puedo subir las escaleras sin saber si esa sea mi condena.‘Si tan solo tuviese más munición.’ Me digo mentalmente aun recriminándome por no haber explorado toda la casa de forma detallada cuando pude.— El reloj sigue corriendo y aunque no me creas, te detendré y haré contigo lo que desee. — dice mi padre desde algún lado de la casa.Decidida a no dejarme vencer, tomo el arma sin munición y abro la puerta con extremo cuidado mi