Trajo un vistazo rápido la hora, vio que eran las tres de la mañana, así que se preguntó por qué lo llamaba a esa hora intempestiva.
—¿Qué sucede?—respondió Daniel sin gracia y con el ceño fruncido.
El desagrado de bella se hizo evidente desde el otro lado de la línea.
—¿Dije que vinieras temprano a casa? Estoy con la señorita Aragón jugando a las cartas, y la retuve hasta ahora, entonces, ¿por qué no has vuelto?
— estaba en una cena y bebí un poco de más, así que me voy a quedar en un hotel esta noche – respondió Daniel con indiferencia.
Bella elevó bastante la voz.
—¿Cena? ¡No vayas a traer a mujeres solas aquí! La joven señorita Aragón parece de buena familia, es muy educada y su apariencia no está nada mal. Toda su familia va a regresar al país A mañana, así que tienes que venir a verla ahora mismo.
Daniel sonaba un poco impaciente.
— no tengo planes para casarme pronto, así que no te molestes en presentarme mujeres.
Eso hizo que Bella se preocupara bastante.
— Mi querid