Como Belén no conocía a los innumerables estudiantes a quienes les enseñaban, le preocupaba un poco que él la reconociera.
La expresión de Dylan era indescifrable debajo de la mascarilla quirúrgica, extendió una mano y la saludó en inglés.
— Hola, soy el doctor Rodríguez. ¿Usted es familiar del paciente?
Belén suspiró aliviada, ya que no la reconoció, estaba a punto de responder cuando William la interrumpió: —¿Entiende el inglés, señorita Suárez? Él la está saludando, puedo ayudarla a traducir si no puede.
—Pensaba que su manejo del idioma no era bueno, dado que creció en el campo.
Sin embargo, Belén comenzó a conversar de manera fluida con Dylan, al mismo tiempo que intercalaba su conversación con una terminología profunda como:
«acupuntura» «moxibustión» y «neurastenia» lo cual lo dejó perplejo.
Belén no solo entendía inglés, sino que su dominio del idioma incluso pudiera superar al de aquellos especialistas que le habían enseñado a él durante todos sus años de for