CAPITULO 310
Jorge enseguida comenzó a marearse. Si no hubiera estado sentado todo ese tiempo, sus piernas se hubieran cedido y se hubiera caído al suelo. Nunca había estado tan arrepentido. Se arrepentía de haber hecho esa promesa estúpida.
«¿Por qué demonios acepté sentar posición de forma pública contra Daniel?».
Si Jorge hubiera sido honesto de verdad, muchos le hubiera ayudado y protegido. Sin embargo, la situación en ese momento hizo que él fuera el objetivo.
«¡Estoy acabado!».
Uno de los periodistas no era tan valiente.
— Señor Peralta, por favor, tome nota de que no estoy de su lado y solo estoy aquí porque ustedes invitaron a todos al evento — dijo.
— Yo también. No dije nada antes. No debería culparnos a todos porque somos periodistas inocentes y honestos.
—No se preocupen. Esteban ya hizo una grabación de todo. Sabemos quiénes se manifestaron y afirmaron estar de acuerdo con ese hombre, así que no voy a culpar a inocentes de forma accidental — respondió Daniel con