El examen consistía en una serie de pruebas que no tenía un criterio de puntuación en el libro; si uno necesitaba ese criterio, debía comprarlo por separado.
Sin embargo, como esa respuesta no eran del autor original, no se garantizaba que fuera la solución más precisa el problema.
Tras la pregunta de Rita, alguien en el aula levantó la mano con vacilación y dijo:
— Yo tengo la respuesta…
—¿Me la puedes prestar?
Revisar esos exámenes debe ser muy agotador para Belén, quisiera ayudarla prestándole el criterio de puntuación. — Rita frunció los labios.
La compañera de clase era amable y accedió a su petición de inmediato; además, también tenía curiosidad por saber si Belén podía resolver esas preguntas En tan poco tiempo.
Tras tener en sus manos la respuesta, Rita se armó de valor y se acercó ahí antes de entregarle las hojas. En el camino, se esforzó por ignorar la mirada cruel de Bobby y la mirada apática de Jaime, Así que puso una expresión amable y sugirió:
—¿Por qué no us