Por otro lado, en el borde de una piscina impoluta de color aguamarina, un hombre muy atractivo con bañador floreado y solo una toalla encima del torso estaba recostado de forma relajante en la reposera.
A su lado, había una mujer con un traje de baño llamativo. Le sirvió un mojito al cual el hombre le echó un vistazo, pero lo dejó sin tocar. La mujer era recelosa y sabía que no debía ponerse cariñosa.
Por lo tanto, regresó a la piscina donde jugueteó con otra mujer vestida con ropa reveladora similar.
Mujeres, traje de baños y piscinas eran la fantasía de muchos hombres, pero la atención del hombre parecía estar en otro lado, como si estuviera completamente impasible con todo a su alrededor.
Fue en ese momento, que un hombre rubio vestido de negro se le acercó. El hombre por fin levantó la mirada y frunció el ceño por el atuendo de su compañero.
—Luces, como una rata morena vestido de esa forma, kaden.
La rata morena se rio.
—Voy a salir más tarde, Así que tengo que mantener u