Tom ya vivía con ellas desde hace 3 meses, no ha sido tan desagradable vivir con él, el único aspecto que le ponía nerviosa todos los días era el ritual que había establecido Liliana todas las mañanas y noches.
Por su parte, Tom se adaptó fácilmente a las costumbres de la casa, preparaba el almuerzo y la cena para ellas cuando tenía libre y se preocupaba de las tareas de Lili, se bañaban los dos juntos y le preparaba para dormir aquellos días en que se quedaba en urgencias haciendo turnos extras.
- Ya me voy al hospital, buen día para ambos.-
- Igual tú.- respondió.-
- Puedo llevarte si quieres?- le ofreció.-
- No. No te preocupes, sabes qué es complicado si te ven.-
- Pero puedo dejarte una cuadra antes.-
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