Noha:
— Buenos días, cariño.
— Mmm me encanta despertar de esta manera, me vas a mal acostumbrar.
— ¿Y Cuál es el problema en acostumbrar a mi mujer a tener el desayuno en la cama todos los días?
— ¿Tú mujer?
— Eres mi novia, madre de mis dos hijos y llevas al tercero en tú vientre, eres mi mujer.
Ver ese rostro brillar como un sol propio no tiene precio, bien se lo que quieres y como siempre te lo daré mi amada Emma, tú serás mi mujer legalmente.
— Bien mientras desayunas iré a encargarme de unas cosas.
— ¿De qué?
— Cosas del restaurante, tú solo descansa.
Sentir sus labios tan cálidos sobre los míos, me excita, es algo inevitable solo dos semanas, y te haré el amor nuevamente.
<