3: "Es mi mate,no voy a dejarla ir"

Dillon

La mujer frente a mí intenta inútilmente cubrir su cuerpo demasiado sucio como para que mi lado humano quiera poner un solo dedo sobre ella. Pero la parte primitiva dentro de mí no piensa de la misma forma.

Me alejo antes de perder el sentido común y camino hacia la sala de estar un poco más allá de los dos.

Escucho sus pasos, correr lejos hacia las escaleras. Me obligo a quedarme sentado sobre el sofá.

Paso una mano por mi frente y odio estos primitivos genes en mí. Ser un Lycan no es precisamente agradable en algunas ocasiones. Nunca lo ha sido y el mundo humano se encargó de pintarlo todo demasiado aterrador, estúpido o sexual.

¿Cómo es en realidad?

Es incómodo, cambiar duele, un dolor al que te acostumbras, pero que sigue doliendo después de todo. Tus instintos primarios son incontrolables y si necesitas hacer piz para marcar territorio terminarás orinando algún árbol.

¿Puede haber algo peor?

¡Claro que lo hay!

En algún momento del mes las hormonas se disparan, cualquier cosa con falda me parece atractiva y ni siquiera quiero pensar en la época de apareamiento.

Es un infierno, en especial para mí, el alfa. Las mujeres humanas han comenzado a sentirse románticamente atraídas por los lycan y eso ha tenido como resultado que en época de celo se salten las normas para intentar enganchar a alguno de mi especie.

¿Por qué?

Por inmunidad, si un Lycan accidentalmente muerde a un humano debe responsabilizarse. Si fue durante la época de celo es mucho más complicado porque estarás atado a esa persona hasta que la marca desaparezcas y si eso no es suficientemente riesgoso. Una mordida muy profunda podría crear una unión.

Dejo caer mi cabeza entre las palmas de mis manos. Existe algo mucho más complicado en nuestro ADN, algo que simplemente activa cualquier instinto primitivo en ti y que es sumamente extraño encontrar en estos días.

Un Mate, después de que la guerra entre especies sucediera es simplemente extraño. Los lycans femeninos simplemente escasearon y es actualmente una terrible realidad, pero más del cincuenta por ciento de las mujeres en mi especie fueron asesinadas y el resto de ellas aún temen por sus vidas.

Es por esto que se impusieron fronteras dentro de las mismas ciudades.

Para hacerlas sentir más seguras a ellas y evitar que los humanos puedan ser raptados por lobos en época de celo.

Me pongo en pie cansado. Camino hasta el coche una vez más y tomo el maletín junto a unos documentos que olvide por completo dentro del auto. Mis negocios son el sustento de la manada, la ley número uno del alfa es ver por el bien de su manada y es algo que con el pasar de los años se ha vuelto menos primitivo, pero sigue siendo primordial entre los míos.

Tengo una de las manadas más grandes en Estados Unidos, casi todo el sur del país me pertenece y tengo negocios que proveen buenas ganancias para los lobos asociados a mi manada. Tengo seis betas bajo mi mando, cada uno de ellos se encargan de gestionar las partes lycans en mi territorio y una vez al mes tenemos una reunión para debatir nuestras futuras decisiones.

El negocio de la droga realmente es un plus, mis socios necesitaban un lugar donde cultivar sus vicios y las leyes humanas no aplican en las partes Lycans del país, así que revivo una cuota mensual más algunos millones extras por permitirles el cultivo en mis tierras.

Entro en mi despacho aún con los papeles sobre mi mano y marco el número de la caja fuerte antes de depositar ahí la mitad del dinero. Coloco los papeles con el resto de documentos que mantengo guardados.

Cierro la maleta aún con la mitad del dinero en ella, me dejo caer en la silla detrás del escritorio y busco mi móvil para marcarle a Adam.

—¡Alfa!

Escucho el chasquido de copas y risas detrás de su espalda, él pide un segundo a quien sé que lo acompañe para salir un momento.

—Ya estoy lo suficientemente lejos ¿Lo tienes?

Mi socio de negocios y mejor amigo usa un tono ligero. Suspiro antes de responder a su pregunta.

—De hecho...—dudo—tengo más de lo que debería...

—¡Pagaron más!—silva—¡Iré a contarle a la madre superiora!

—¡No, no!

Lo detengo, hace unos meses comencé un nuevo proyecto para ayudar a una asociación caritativa de niños mestizos. La construcción del centro fue acordada hace unos meses y accedí a utilizar un área neutral dentro de mi territorio para dicha construcción.

Los mestizos son el resultado del apareamiento entre las humanas y lycans, pero estás uniones suelen estar plagadas de malos entendidos o ser accidentes durante el periodo de celo. Las madres abandonan a los niños que luego simplemente son tutelados por el estado, pero al ser niños mestizos no pueden vivir entre humanos o Lycans, así que este experimento es para poder darles una vida mejor.

Personalmente, viví una vida miserable porque los míos ni siquiera se amaban, así que terminaron destrozándose entre ellos y no considero justo que los niños paguen por los errores de sus padres.

—Tengo solo la mitad de lo acordado—explico—dentro de dos días ordena a tus hombres dejar el lugar de siempre libre—Le explico—pero resulta que ese tipo me dió algo bastante peligroso.

—¿Peligroso? Que podría ser peligroso para un...

—Una mujer—digo—una humana...

—¡Qué!—él grita—te volviste loco¡Dillon sabes que eso rebasa los límites!—él suspira—tienes que llevarla a la oficina antes de qué...

—Es mi mate—admito—No puedo dejarla ir incluso si quisiera.

—Es imposible—me dice—una humana no puede...

—Lo es, lo huelo—me pongo en pie—Este es un maldito problema, porque no voy a dejarla ir.

—¡Infiernos!—él gruñe—¿Qué piensas hacer? Encerrarla en tu casa hasta que mágicamente se enamore de ti—chasquea la lengua—eso no va a pasar, ni está, es una novela romántica, ni tú eres el tipo más encantador del mundo.

—¿Qué quieres que haga?—pregunto molesto—no puedo ir contra la naturaleza y mi naturaleza dice que debo quedármela—mi voz se vuelve oscura—Es mía.

—hablemos mañana, toma una ducha y mantente alejado de la humana hasta que encontremos una solución a este problema.

—No soy un adolescente Adam—intento ser firme—no voy a perder la cabeza y saltar sobre ella solo porque huele demasiado bien.

—Estas jodido hermano—dice después de un segundo—sabes que una vez que encuentras el Mate, no puedes dejarla ir...

—¿Crees que no lo sé?—admito—ella ni siquiera dudo en enfrentarme y eso casi me hace perder la cabeza, mi lado lycan grita que la ate a la cama hasta que deje de ser testaruda.

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