Punto de Vista de Luis
Los odio a todos. Hasta la médula... hasta mi ser.
Durante diecisiete años, representé el papel de la víctima. El primo, sobrino y cuñado pobre y lamentable, atrapado en una silla de ruedas: medio hombre, despojado de un futuro.
Permití que me compadecieran. Les dejé creer que estaba roto, indefenso y que era una sombra del chico que solía ser.
Pero ellos no conocen la verdad.
Hace ocho años, hice un pacto con el mismísimo diablo.
Vino a mí en una noche en que la luna estaba oculta y el bosque en silencio. Oh, él era una sombra más oscura que la noche y más oscura que los pensamientos más salvajes del hombre.
—¿Quieres poder? ¿Quieres libertad? ¿Quieres venganza?
Por supuesto que dije que sí.
Los términos eran simples, casi ridículos. Dos almas al mes durante diez años. A cambio, él me curaría, me haría más fuerte de lo que jamás había sido y me concedería el poder de destruir a la familia Thorne.
Era una oferta que no podía rechazar.
La primera vez que me curó,