Jairo estaba a dos metros de distancia de Evie, mostraba una sonrisa de satisfacción. La joven sentía su corazón palpitar desbocadamente, rápidamente volteó a ver a Adam que observaba a Jairo con impotencia.
—Evie… —Jairo comienza a acercarse a ella.
—¿Qué quieres? —espeta ella.
—¿Por qué te vas tan temprano de la fiesta? —pregunta.
—Porque… dejamos nuestro hijo en casa de los padres de Adam y tenemos que ir a buscarlo. —Era cierto, pero claramente no era la verdadera razón para que ellos se marcharan.
—Oh… —Jairo estaba más cerca de ellos, a unos centímetros de distancia y pasea su mirada por Adam—. Me habría gustado conocer a su hijo, aunque ya he visto sus fotos en Instagram.
—Ya nos tenemos que ir —informa Adam con seriedad.
—Un momento&h