—Ni se te ocurra hacer una estupidez —se adelanta a decirme Alenka.
En estos momentos no llegaba a pensar con claridad. Mi cabreo siempre ha ido por delante de la sensatez. Lo más inteligente seria ahora es ir donde están todos y hablar con ellos y decidir qué hacer en este caso; si ir a por Nadzia o seguir adelante, encontrar el libro, salvar de la muerte a Iwona, Cibor y Dyzek para después no dejar que el mundo caiga y recuperar a la pequeña Nadzia.—Vamos —le digo a mi hermana mientras me levanto del suelo y ella me imita —iremos con los demás y decidiremos que hacer.Ella me mira extrañada. Más o menos sé que está pensando, da la casualidad que yo debería de estar rompiendo cada cosa que se pusiera en mi camino y también gritando a todo pulmón, por dentro estoy así, sin embargo, intento mantener la compostura para que no se enfaden conmig