—¡Llévalo a la casa ya! allí habrá un equipo de médicos para atenderlo — respondió.
El viejo llamo a su medico personal y de inmediato comenzaron las preparaciones, la vida de su único hijo corría peligro y el sabía muy bien quien había hecho esto.
Alexander llego a la casa con una perdida de sangre demasiado grande.
—¡A moverse lo estamos perdiendo! — gritó el doctor a su equipo, todos se pusieron a trabajar inmediatamente, lo colocaron sobre una camilla y lo llevaron a una habitación en el sótano la cual estaba equipada totalmente como un quirofano, le conectaron bolsas de sangre por vía intravenosa y comenzaron la operación, debían extraer la bala lo antes posible.
El viejo Gates llego a la casa.
—¿Que pasa doctor como esta? — preguntó.
—Logramos sacar la bala y estabilizarlo, pero a perdida mucha sangre señor Gates, no voy a mentirle, es posible que no sobreviva a esto.
El hombre subió las escaleras colerico, ya le habían quitado a su esposa no permitiría que le quitaran a su hi