Rocco
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Voy camino a la mansión de Stephano, van conmigo Rossana y Gino.
Gino es rubio de ojos azules y aún que parece inofensivo, es de mis mejores hombres, más vale no subestimarlo.
—¿Y entonces, vas a decirnos que pasó? —Cuestiona Rossana mientras abre una bolsa de frituras y me lanza una mirada curiosa.
—¿Respecto a qué? — cuestiono, aunque ya se por de va, quiere saber si ha ocurrido algo entre Anya y yo.
—¿Por qué estás evitando a Anya? — pregunta curiosa mientras se lleva una papa a la boca
—¿Por qué crees que la evito? — vuelvo a cuestionar, seguramente ella le ha mensionado algo.
—Me ha dicho que casi no vas a tu casa y cuando lo haces, no es por mucho tiempo, ya dinos ¿qué ocurrió? — Pregunta ansiosa
—¿No es obvio? tuvieron sexo— Espeta Gino con una sonrisa burlona y ambos volteamos a verlo.
—Que maldito ¿no puedes llevar una chica a tu casa y pasar al menos un mes sin comértela? — Farfulla Rossana
—Ya cállense— Me dirijo a ambos, jamás me ha gustado hablar de mi vida