—No estoy de acuerdo en que vayas a su casa y mucho peor sola —repliqué.
—No creo que acepte que ustedes vayan —respondió Valery—, así que tranquilízate y comamos algo que estoy que muero de hambre.
—Chicos disculpen —dijo Jiwoo mientras se levantaba de la mesa—, pero tengo que responder esta llamada.
—Val, escucha, no quiero que vayas a esa casa tu sola, es más, no tenemos por qué ir, solo descansemos el resto de los días que nos quedan y luego continuamos con la misión. Ya hiciste mucho por ese chico.
—Lo sé Devon —exclamó Valery—, pero yo también pasé por eso y sé lo feo que se siente sentirse de esa forma.
—Chicos —exclamó Jiwoo mientras se dirigía a nuestra mesa.
—¿Pasó algo? —preguntó Valery.
—Sí &