Capítulo 11

Lucía Navarro

Sentí la pregunta como cuando tu madre te pregunta ¿ya perdiste la virginidad?

Demonios.

-No señora, no siento nada por su hijo -digo cruzando los dedos por debajo de la mesa.

-Está bien -dice así nomás.

-Ok.

Nos traen unos panecillos calientes muy buenos,  lo disfrutamos en compañía de la brisa de las olas del mar.

Me contó que era diseñadora hace unos años atrás,  aunque después decidió retirarse porque no pasaba casi tiempo con sus hijos.

Después que terminarnos de comer, llevé toda la ropa a mi casa para luego ir a visitar a mi tía. Ya que el domingo no podría ir porque estaré en Italia.

Gracias a Dios aprendí algo de italiano en la secundaria.

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