Dudas

Ivan asintió, mientras hacía una mueca. – Esto te dolerá, los de tus hombros se ven un poco peor.

Ivan continuó con su trabajo de desinfectarle sus heridas por un par de minutos tan solo. Cuando terminó, procedió a poner algunas vendas para evitar que las heridas se infectaran. Katya se preguntó en su interior cuando dejaría de usar vendas. Tenía que usarlas aún por sus puntos de la apuñalada y ahora por estos raspones.

Y Egan, él también las había usado por la herida de bala que se llevó cuando se conocieron y ahora por este accidente. Él seguía dormido aún, pero Katya sabía que él ya estaba consciente pues Ivan había cortado el suministro de analgésicos para él.

– Egan estará bien, ¿vale? Deja de preocuparte demás –le reprendió Ivan mientras aseguraba la última venda de Katya. Él no la miraba a los ojos, pues estaba concentrado en lo que hacía–. Solo fueron unos raspones y unos hematomas, no hubo lesiones ni huesos rotos.

– Gracias a Dios –dijo Katya en un suspiro. Cuando Ivan se re
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