SERÉ LA REINA
Podría decir mil cosas en ese momento, pero mi voz simplemente no salía.
- Créeme, Aimê, te hago un favor pidiéndote que no te pongas la corona de reina en la cabeza.
Mi silencio permaneció. Seguramente sólo escuchó el sonido de mi respiración.
- Sería vergonzoso si haces toda una ceremonia y al final se revela al mundo entero que no serás reina de Alpemburg.
- Yo... seré la reina. – Mi voz era completamente insegura.
- No tienes capacidad, Aimê. La gente no lo quiere.
- Eso no es lo que revelaron las últimas noticias, Donatello. – Comencé a intentar imponerme, aunque todavía estaba completamente confundido por su llamada.
- Aimê, si insistes en ser reina de Alpemburg, Catriel Levi Mallet sufrirá las consecuencias de tu elección.
- ¡Qué carajo! ¿Qué estás haciendo? ¿Qué pasa, Donatello?
- Decide qué es más importante para ti: ser Reina de Alpemburg o Catriel Levi Mallet.
Antes de que pudiera hablar, aunque no era la respuesta a su pregunta, Donatello colgó la llamada.
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