Ava
Nuestra cita sería en un crucero en un lujoso yate que navegaría las aguas del lago Míchigan bordeando las costas de Chicago. Me sentía escéptica de subir a un crucero porque quería estar disponible por si Harry me necesitaba, pero Jacob me convenció diciendo que nuestro hijo estaría bien, que Sara sabía atenderlo y que no iríamos lejos. Y la verdad era que lo merecíamos, no habíamos tenido muchas citas desde que iniciamos nuestra relación y estaba muy ilusionada de pasar tiempo a solas con mi guapísimo esposo. Usaba un saco gris oscuro sobre una camisa blanca sin corbata, un pantalón de vestir del mismo color y zapatos casuales.
Subimos a la embarcación y nos dirigimos al salón de la terraza, el atardecer comenzaba a caer pintando el ci