Phil entró a su casa y fue directo a su despacho, allí en un panel oculto en la pared activó una pantalla y revisó las grabaciones hechas con las cámaras que había mandado a instalar por todas las áreas de la enorme residencia, así se enteró de cómo había sido el día de Brooke.

Hizo de sus manos un puño cuando la vio caminar por el jardín con uno de los guardias y notó que conversaban, “les pago para vigilarla, no para socializar con ella” –exclamó molesto–, tomó nota del guardia porque hasta ese día trabajaba para él, creyó ser lo suficientemente claro, pero parece que todos necesitaban un recordatorio.

Llamó al jefe del grupo y le dijo:

–Uno de tus hombres acompañó a mi esposa hoy en el jardín y se veía muy amistoso con ella, ya no lo quiero aquí.

–Tal vez estaba respondiendo alguna pregunta de la señora, porque todos saben cual es la condición del trato –el hombre quiso defender al integrante de su equipo.

–Todos tienen prohibido dirigirle la pal