Capítulo 56.

Roces.

Rafael.

Ada y yo nos habíamos vuelto muy buenos amigos, ya entendí que ella estaba tan ocupada con su trabajo y sus hijas, por ello tampoco insistí en acercarme con otras intenciones, aunque ansiaba hacerlo, por cada dia transcurrido estaba más interesado que nunca, como hacían ya varios meses mi hija la adoraba, la madre de Ada la cuidaba cuando mis padres debían viajar. Las gemelas gozan de buena salud y están creciendo sin ningún inconveniente.

—Papi… iremos a ver a las bebés. —Sofía se había encariñado mucho con las pequeñas.

—Primero hablaré con Ada, y luego iremos a verla, pero ya no será hoy… ¿De acuerdo?.

—Si papi… —Sofía sigue jugando con sus muñecas vestida como toda una bailarina, eso creo.

—Rafael, ¿Qué te ha dicho esa chica?, nunca la invitas a cenar.

—Ella no quiere venir, dice que es mejor vernos sin las niñas porque podrían acostumbrarse a vernos juntos. —Fui yo quien las trajo al mundo, eso suponía aún mas apego y un cariño especial.

—Es una pena