Te juro que jamás tendrás quejas de mi.
Sin darme cuenta, me quedo dormido, estar ahí, sentir su aroma, no puedo evitarlo.
Despierto sólo cuando mi madre entra y me llama.
-Se que estas muy cómodo, pero no quiero que se moleste conmigo, ve a tu habitación, ponte una pijama y duerme.
Con el dolor de mi corazón me voy, no sin antes darle un beso a mi esposa, la extraño.
Voy a mi habitación hacia mucho tiempo que no entraba en ella, es como si se hubiese detenido el tiempo, todo está igual, me recuesto en mi cama, y me duermo.
Al despertar me veo sola, anoche entre sueños escuché a Harry, no recuerdo el sueño, me levanto y comienzo a cambiarme, estoy lista, preparó mis libros, y bajaré a desayunar algo, al salir lo veo ahí frente a la puerta, que hace aquí.
-Buenos días hermosa, como estas.
-Oh bien, y tu, que haces...
-Ernest me informó lo que sucedió, quisiera hablar contigo, si tienes un momento.
-Pues iba tomar algo ligero para desayunar, si quieres.
-Si vamos.
El me toma de la mano, y me lleva hacia el comedor, veo a sus