Después de darle los toques finales, ambos bajaron para ir a ver al castaño, el cual estaba sentado en el sofá de la sala con los ojos cerrados, claro que al escuchar pasos a su dirección Akira abrió los ojos al mismo tiempo que sonreía al ver a su omega.
Hiro tenía puesta una camisa de color morado oscuro de manga larga, encima de ella llevaba un chaleco negro y acompañados de unos pantalones y zapatos negros.
- Buenas noches Akira – saludo la rubia.
- Buenas noches Brigitte-san – le contesto el castaño mientras le saludaba y miraba a ver a Hiro – te ves hermoso – le dijo, provocando un ligero sonrojo en él.
- Bueno, Aki-chan conoces las reglas así que diviértanse y nada de regresar tan tarde – les advirtió divertida la rubia.
- Claro – le contesto sin mirarle a ver – nos vamos – le indico al pelinegro, el cual solo asintió con la cabeza.
La rubia los acompaño hasta la puerta donde vio como Akira, abría la puerta del auto deportivo color verde oscuro a Hiro para que se subiera y con