—Es consciente de lo peligroso que es esto, ¿Verdad? —advierte el mensajero caminando delante de Ferza y su marido.
—Lo sé, pero no puedo permitir que a mis hermanas les suceda algo —responde la princesa con convicción, pensando que no le importa a cuanto peligro se deba enfrentar con tal de asegurarse de salvar a su familia.—Entrar a ese lugar no será nada fácil, tanto un bando como el otro nos considerarán enemigos —señala Veida con preocupación sabiendo que eso se asemeja a un suicidio.—Existen antiguos pasajes subterráneos que fueron construidos por los antiguos emperadores para poder escapar fácilmente junto a tu familia en caso de una invasión —revela el mensajero creyendo que es la única posibilidad con la que cuentan para llegar al palacio vivos.—¿Y tú vas a guiarnos? Creí que estabas en contra de esta invasión, no entiendo la razón por no querrías ayudarnos —cuestiona el Hazudo con desconfianza.—He sido testig