Gracias Diosito por darle a Logan el súper poder de la velocidad, pues si no fuera por eso, mi hermosa carita estaría tocando el piso justo ahora; pero a diferencia de esa desastrosa situación, Logan me sostiene de los brazos y la cintura.
—Gracias —digo entre unos jadeos, poniéndome de pie.
—¿Por qué estás aquí? —pregunta como si nada Chloe, como si no estaba a punto de tragarme los dientes.
Mi naturaleza no es ser malcriada o pesada con las personas, pero Chloe es un detonante para ese lado oscuro de mi pequeño ser. Cambio mi postura a una de elegancia y empoderamiento, soltándome de mi chico. Tal vez no estaré usando tacones como Chloe, pero no impedirá que la mire directo a los ojos.
—Porque no iba a permitir que una perra como tú le fuera a meter basura a mi novio —pronuncio las últimas palabras lentamen