Capítulo cincuenta y seis.
Para Daniela, fue como si una bomba le hubiera caído en sima. Y no podía creer que la vida le estaba dando una segunda oportunidad
Daniela
No lo puedo creer, esto no es un sueño verdad, tengo justo en frente a la niña que he extrañado durante años, ella es realmente hermosa, y se parece un poco a su padre, pero no entiendo que hace aquí, como es posible que su padre la dejara venir a otro lugar, amenos que, no, eso no es posible, él nunca dejaría el lugar donde nació.
Anna la saco de sus pensamientos. —
Subdirectora, ¿se siente bien? ¿Quiere que la lleve a la enfermería?
— oh, no yo me siento bien una disculpa.
— no hay problema, pero dígame para que me necesitaba.
— solo quería conocerte y presentarme, ya que cuando te inscribiste, solo estaba el director.
— muchas gracias, ahora volveré a mis clases.
— si ve no hay problema.
Anna salio de la oficina de la subdirectora, sintió, como si la hubiese visto en otro lugar, pero no le tomo importancia.
Las clases concluyeron Lana,