Una mano acaricia mi parte húmeda, un dedo roza la tela de un lado a otro, provocando mi deseo.
Sus labios chocan contra los míos y me obliga a probar mi propia sangre. Me retuerzo sobre su mano, desesperada por más que un manoseo. Siento cómo sonríe contra mis labios y sus dedos se dirigen a mi cintura.
Me levanta el trasero de la cama y me quita rápidamente los pantalones deportivos y las bragas mojadas. Sus labios suben por la cara interna de mi muslo y su lengua enseguida encuentra mi clítoris.
Mi cabeza se echa hacia atrás y suelto un gemido grave cuando sus dientes aprietan mi clítoris hinchado. Aprieto el coño contra su cara sabiendo que va a quedar empapado de mis jugos cuando los espasmos empiezan a apoderarse de mí.
Pero él no se detiene. Su lengua es acompañada rápidamente por su dedo, llevándome a un orgasmo explosivo.
Antes de que pudiera hacer algo, me voltea, tirando de mis piernas sobre sus hombros hasta que vuelve a enterrar su lengua en mi parte húmeda.
"Oh, Dan