Me sentía realmente caliente, como si la cama fuera un volcán y este estuviera activo debajo de mi pero más precisamente en mi entrepierna. Apreté lo ojos con fuerza mientras bajaba una mano hasta mi vulva pero me lleve la sorpresa de que había algo moviéndose de arriba hacia abajo haciendo que mi cuerpo entero se sacudiera en un rápido orgasmo y por el cual tuve que taparme la boca para evitar gritar.

Unos segundos después Alex subió por mi vientre y mis pechos dándome besos y mordidas hasta llegar a mi oreja, la cual mordió y lamió antes de seguir su camino hasta mi boca en donde me beso con necesidad metiendo su lengua en mi boca para explorarla con agresividad mientras que sus manos abrían más mis piernas para entrar en mi de una estocada provocando que gimiera en su boca mientras mis manos se aferraban a sus glúteos.

Me embistió de la manera más dura