Había hecho lo correcto al decirle a Andrey acerca de la presencia de Alejandro en el trabajo, sabia como eran sus reacciones, estaba asustada porque lo conocía, así que cuando deja furioso la mesa y se hace a un lado de allí mientras pasa sus manos por su cabello solo intento no desesperarme por lo que vaya a decir.
- ¿Qué te ha dicho? – enarca una ceja y su tono de voz cambia.
- Se llevara al bebé una vez nazca – no puedo si quiera tomar la fuerza suficiente en mis palabras-. No se dará por vencido hasta que regrese a su lado.
- Maldito infeliz – gruñe y arroja los platos al suelo estallándolos con el contacto.
- No quiero que me aleje de mi hijo