ESCENA EXTRA.
ESCENA EXTRA.
Las lunas habían pasado y ahora el pequeño Brand cumplía su primer año, era un cachorro lobo igual a su padre. No solo había heredado su cabello blanco, sino también sus ojos grises como el plomo. La manada vivió un año tranquilo, bajo el mando de su Alfa y su Luna. El cachorro Sam también crecía saludablemente y todo apuntaba a que sería un gran guerrero valiente para la manada.
Sin embargo, no todo era felicidad en el corazón de Erika.
A pesar de que había tenido contacto con su hermana, y su sobrino, Alek, no podía dejar de pensar en lo infeliz que era Hanna. No le había dicho, pero gracias a la estrecha conexión que compartían, podía sentir a veces el dolor tanto de ella como de su loba. No entendía por qué Hanna se había condenado de esa manera.
Pero ese día, todo cambió y el destino o quizás la misma Diosa decidieron que los caminos de Hanna y Aleksander se cruzaran de nuevo inevitablemente.
―¡Luna Erika! ―Una de las Omegas llegó agitada.
―¿Qué pasa, Miel? ¿Por qué