—¿Vas a ir a comer con nosotras? — pregunta Eva desde la puerta a Lea quien levanta la vista, pero no responde.
—Pediremos budín. —Interviene Laura asomando la cabeza por detrás de Eva. Lea suelta un bufido poco femenino y sigue trabajando en los documentos que tiene frente a ella, ignorado a sus amigas como si no estuvieran allí. Las dos secretarias se adelantan hasta la mesa con caras de cachorrito herido, un puchero en la boca y le piden disculpas, y le explican un poco porque no le dijeron nada sobre la no relación de Eva y Dante y la relación semi escondida que llevan Laura y Lucas. —No irás a negar que eres un poco parlanchina, que a veces cuentas las cosas sin darte cuenta. —dice Laura e indica apresurada—. Aunque así te adoramos. Lea suspira y las apunta