Rodrigo ignoró el enfado de Ricardo y los tiró a la papelera, "Yo mismo haré el papel de matrimonios de nosotros, así que no se moleste, abuelo."
Cuando terminó, se sentó frente a Ricardo, con las piernas dobladas despreocupadamente, "¿Es eso lo que el abuelo ha venido a enseñarme hoy? Si es así, ya lo he leído y te he expresado mi opinión."
La cara de Ricardo se puso enfadado, "¿Sabes con quién estás hablando?"
Sin esperar a que Rodrigo hablara, comenzó, "Has visto las noticias, ¿verdad, y de qué te ha servido meterte en esta situación?"
¿El abuelo quiere decir que dejaré que Alvaro se lleve a mi hijo y a mi mujer y yo no le haré nada? Preguntó Rodrigo.
Ricardo se quedó sin habla al instante.
Dio un paso falso y ahora había perdido el respeto y la paciencia que Rodrigo le tenía.
Rodrigo se quejó de Ricardo, que defendía a la familia Carlos cuando todos sabían lo que estaba pasando con la muerte de sus padres.
No desobedeció a su abuelo aunque estaba descontento.
Era porque había perd