Gabriela temblaba de rabia, puso al niño en la cama y se lanzó hacia Alvaro, se movió tan rápido que nadie reaccionó y para cuando se dieron cuenta, ya estaba pisándole los talones a Alvaro.
Alguien se adelantó para intentar detenerla y la bofetada de Gabriela ya había aterrizado en la cara de Alvaro.
¡Pam!
El nítido sonido resonó en el contenedor.
¡Todos se congelaron!
Gabriela tenía el brazo entumecido por haberle golpeado, y acababa de lanzar aquella bofetada con todas sus fuerzas.
"¡Gabriela!" Dijo Verónica, viendo cómo se le pegaba al hombre que amaba, acercándose y apartándola de un empujón, "¿Cómo te atreves a pegarle?"
Gabriela tenía los ojos enrojecidos, "¿Qué no me atrevería a hacer? Si le pasa algo a mi hijo, ¡lucharé por mi vida!"
"¡Te atrevas a pegarle, lucharé contigo hasta la muerte!" Verónica la miró con rabia, sabiendo que Alvaro en realidad se había rompido con ella por su seguridad, no para traicionarla, y en ese momento, ¡ella amaba aún más a Alvaro y lucharía por é