Camill avanzó hasta el escritorio dónde se encontraba ese dios oriental revisando unos documentos, podía jurará que su rostro estaba rojo de vergüenza
Renzo sin voltear a verla preguntó, hay algo que quieras decirme Camill? al Ceo realmente me importaba un reverendo rábano la razón por la que llego tarde, mientras no viniera a renunciar todo estaba bien para él
Solo disculparme por el enorme retraso, te juro que fue por una fuerte causa! Camill estaba nerviosa por qué Renzo no decía nada y no había levantado la mirada para verla, estaba su jefe muy molesto? se preguntaba ella
Y cuál es esa razón poderosa para dejarme esperándote Camill? Renzo estaba muy interesado en saber por qué lo tuvo una hora y media esperando, él poderoso Ceo no esperaba a nadie, él era el que siempre los hacía esperar por su presencia
Yo... no puedo decirte, es algo muy personal! dijo Camill en voz baja
Aún así me gustaría que me lo dijeras pidió Renzo,
Es muy personal, cosas de mujeres muy vergonzosas es por