Rodrigo Mendoza nunca pudo haberse imaginado que ese ordinario día, el hijo que pensaba muerto le sería devuelto por la vida, había soñado tantas veces que ese milagro le sucedía y ahora se le había cumplido
Tengo que lograr que Rodrigo se case conmigo, pensaba Silvia, el Ceo era su boleto de salvación y su hijo Alejandro la clave para llegar a él, solo espero que esté niño que tantos sacrificios me a costado logré ablandar el corazón de su padre y sea suficiente para que Rodrigo nos lleve a vivir con él a la mansión Mendoza!
Entonces Silvia? dime cuáles son tus intenciones en haber traído a mi hijo conmigo después de casi diez meses? preguntaba el Ceo con una vieja enarcada, sus azules ojos miraban fríamente a la madre de su hijo, ella se había coludido con su exsuegro el viejo amo Gonzalo Rodríguez para arrebatarle a su hijo y eso no se lo iba a perdonar, Silvia estaba equivocada si pensaba que Rodrigo iba a olvidar la monstruosidad que le habían hecho
Fue por qué el tío Gonzalo