Tate Paterson siempre había sido un hombre fuerte, decidido y líder. Era el Alfa de su manada, el que todos miraban con respeto y admiración. Sin embargo, hace algunos años, Tate decidió dejar atrás su vida como lobo y mudarse a la ciudad. Quería experimentar cosas nuevas, conocer gente diferente y vivir de manera diferente.

Durante los primeros meses, Tate se sintió perdido y desorientado. La vida en la ciudad era muy diferente a lo que él estaba acostumbrado. Había tantas personas, tantos ruidos y tantas cosas que hacer que se sentía abrumado. Sin embargo, poco a poco, fue adaptándose y descubriendo que la ciudad podía ser un lugar maravilloso.

Empezó a disfrutar de la libertad que tenía, de la variedad de comida, de los parques y de las actividades culturales. También conoció a mucha gente nueva, algunos de los cuales se convirtieron en sus amigos más cercanos. Pero, a pesar de todo lo bueno que había en la ciudad, Tate nunca pudo olvidar su pasado como lobo.

Un día, recibió una ll